Este tema es muy interensate, porque seguro cada niño se a preguntado ¿Para que nos sirve el colegio? pregunta tipica de todo niño, lo que no se imaginanes que el colegio es lo mas importante para la vida, es el MEJORAMIENTO DE CONDICIONES PARA LA VIDA HUMANA..
Importancia de la educación. Escuela. Enseñanza sistemática. Sociedad. Preparación. Cultura. Ideales y valores
El educar a una sociedad para la vida, constituye un complejo, arduo y
difícil trabajo al ser un deber fundamental para el hombre y más al
borde de una sociedad cada vez más compleja que necesita jóvenes
mayormente preparados, concientes, con ideales y valores bien definidos,
siendo capaces de afrontar los retos del presente y del futuro con una
identidad segura y propia de una buena cultura.
La civilización
está basada en la trasmisión del conocimiento de persona a persona y de
una generación a otra. Sin la preservación del conocimiento, cada
persona y cada generación tendrían que comenzar desde cero. Obviamente,
de esta manera no hubiera habido progreso alguno y el hombre nunca
hubiera salido de las cavernas, quizás y nunca hubiera alcanzado el
título de Homo sapiens. El hombre avanza porque cada nueva generación
puede heredar y de esta manera obtener los conocimientos de sus
predecesores y usarlos como punto de partida para seguir generando y
acumulando más conocimientos aún más avanzados. He aquí la importancia
de educar y más que esto, de “saber educar” a las generaciones.
Pitágoras se refería a la educación de la siguiente manera: “Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres”. Aquí cabe destacar que la
familia es la mejor escuela de buenas costumbres y buen comportamiento.
Bien se dice que la familia es la base del ser humano, es donde se le
proporcionan virtudes y actitudes elementales y vitales para su completo
bienestar, y es en la escuela donde se aplican esas aptitudes y
actitudes en la vida diaria, es donde pasa gran parte de su tiempo, allí
aprende realmente a compartir, a trabajar en equipo, a escuchar, a
respetar, a conciliar y a dirigir, conoce por primera vez problemas
reales y es donde verdaderamente conoce el camino hacia el bien o hacia
el mal. Es decir, mediante el proceso educativo y una familia como apoyo
incondicional, construiremos una sociedad más justa y equitativa, en
donde se nos haga entrega de la riqueza cultural asegurando así nuestra
propia existencia.
Actualmente ¿se estará transmitiendo la cultura de manera correcta mediante el proceso educativo?
Alfonso
Rojas Pérez Palacios en su libro “Educar para la libertad” dice lo
siguiente “La educación y la cultura tienen relaciones indisolubles. La
naturaleza universal y dinámica de la cultura se hace posible merced a
la educación. La educación es el medio que hace llegar la cultura a los
hombres; es la vía por la cual los hombres son los personajes de la
cultura; en suma, la educación es el vínculo de la cultura”.(1) Aquí lo
que nos quiere decir el autor, es que los hombres somos los creadores de
la cultura, mientras la educación es el instrumento de transmisión
cultural.
Respondiendo a la pregunta anterior, es casi evidente
que la mayoría de los procesos educativos actuales no nos están
transmitiendo una formación cultural de manera correcta. Simplemente
basta escuchar y observar a los maestros decir la típica frase: ¡como se
han perdido los valores!, y al alumno reaccionar con un mmhhmm y muecas
diversas. De ahí, surge la interrogante ¿es culpa del maestro o del
alumno?
La problemática que rodea a la educación es sin duda
responsabilidad tanto del alumno como del profesor, no se debe señalar
como culpable sólo a uno de ellos. El maestro es responsable de
transmitir la cultura; el alumno es el responsable de ponerla en
práctica. Intervienen muchos aspectos en esta grave situación como la
familia, personalidad y cultura de cada individuo. La base esta en
hallar cómo hacer que los estudiantes entiendan la importancia de la
escuela y en que los maestros comprendan la importancia de entender y
saber dirigir a los estudiantes.
Suena irracional, el hecho de
que aún en estos momentos se siga viendo una educación meramente
informativa, que al alumno se le llene de información, y que ésta no sea
comprendida porque no se le enseñó a “saber hacer”. Veamos lo que dicen
los filósofos de hace tiempo.
Aristóteles decía: "Lo que tenemos que aprender lo aprendemos haciéndolo.". Por su parte Platón: "El que aprende y aprende y no practica lo que sabe, es como el que ara y ara y no siembra."
Aprender
significa incorporar algo desconocido al acervo que cada uno tiene en
su inventario personal de herramientas con las que cuenta para dominar
algún aspecto de la realidad. Lo desconocido implica una cuota de
riesgo, de aventura, de esfuerzo y de satisfacción posterior cuando uno
comprueba que superó el obstáculo. Estas emociones: temor, desafío,
desconcierto, confusión, alegría están vinculadas al aprendizaje en
cualquier orden de la vida.
La escuela tiene por propósito armar dispositivos de enseñanza sistemática, útiles y aplicables en nuestra vida diaria.
Ahora pues, después de hace bastantes años, se sigue viendo la preocupación del saber hacer, y aún así ¿no se puede controlar?
Sin asomo de duda, la educación no puede retroceder pues constantemente
estamos progresando en todos los ámbitos: tecnológico, científico y
cultural. Todo avanza hacia mejores fines pero no es completamente
aprovechado.
Las condiciones de la vida actual son el
resultado de los conocimientos con los que estamos operando nuestras
vidas. Para tener más y mejores resultados, es esencial tener más y
mejores conocimientos.
Es cierto que en la actualidad
vivimos en una corriente de aguas bravas, pero hay que estar seguros que
podemos dar aun más si realmente queremos dar más, se sabe firmemente
que el mejoramiento puede ser mayor.
La generalidad de personas
tenemos hambre y sed de conocimientos, conocimientos que nos son algunas
veces limitados por la monotonía de nuestros educadores, lo insulso de
nuestra educación y los insuficientes buenos hábitos desde la familia.
Se
necesitan Jóvenes con ahínco y esmero por nosotros y los demás, tomar
medidas para el mejor funcionamiento de nuestra educación; verdadera
preparación y vocación en el cuerpo docente que como difusores
culturales den sentido y rumbo cierto a la juventud; tecnología aplicada
en el sector educativo institucional; mayor comunicación e interés por
los proyectos, triunfos y deficiencias de nuestro entorno y una familia
en verdad dispuesta.
Hasta que a la presente generación le caiga
el veinte y ofrezca a sus futuras generaciones una mejor educación,
mejores conocimientos mejor aprendidos, le será imposible cualquier
mejoramiento de las condiciones de vida humana.
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