En nuestro medio surge frecuentemente la discusión acerca de si la enseñanza de habilidades para
convivir son o no una tarea de la escuela. Las políticas ministeriales actuales la definen como parte de
la misión de la escuela, en tanto forman parte de lo que se entiende por aprendizaje integral de calidad
como desafío para el nuevo siglo.
Para que la escuela pueda asumir esta misión visualizando los beneficios de ello, es necesario que
provea espacios de reflexión y discusión en torno al tema con su comunidad educativa de modo de
preparar el terreno para la implementación de las acciones necesarias y contar con el compromiso de
todos sus miembros.
La presente herramienta promueve la revisión y análisis de perspectivas diferentes en torno a
la formación de habilidades para la convivencia escolar, junto con estimular la construcción de
argumentos y contra-argumentos en defensa de las distintas posturas.
¿SE DEBE ENSEÑAR A CONVIVIR?
Reflexionar en torno a la importancia que atribuimos y las resistencias
que tenemos como docentes en torno a la formación de habilidades para la
convivencia en la escuela.
Integrar elementos de juicio a la postura personal acerca del lugar que
ocupa la dimensión de la convivencia escolar en el quehacer pedagógico.
La conducción debe ser realizada por quien lidere la reflexión docente:
orientador, psicólogo, jefe de departamento, asesor externo, docente u otro.
Motivación
a la actividad (5 minutos). (Al final de esta sección se
hace una propuesta para la apertura de la
actividad).
Preparación del debate en grupos:
(30 minutos)
El conductor divide a los participantes en cuatro grupos y le entrega a cada uno una copia de la pauta adjunta
“Debate: ¿se debe enseñar a convivir?
Este texto presenta las posiciones de cuatro personajes en torno a si se debe enseñar a convivir en la escuela
o no. Cada grupo deberá defender una de las posiciones presentadas.
Se sugiere que antes de pasar las pautas, se asigne un personaje a cada grupo (definirlo en el espacio
designado para ello en el adjunto).
b.
Se
invita a cada grupo a que lean la posición que se les
adjudicó y construyan todos los argumentos que puedan para
apoyarla
y todos los contra-argumentos posibles con que otros podrían
rebatir en su contra. Se sugiere tomar nota de
ellos. (15 minutos)
c.
Luego, se les pide que revisen las posiciones de los otros personajes, piensen en los argumentos a los cuáles cada una de
ellas podrían abogar, y preparen contra-argumentos para rebatir dichas posiciones en favor de la que ellos representan.
(15 minutos)
d.
Una vez realizado el trabajo, escojan un representante que presente su postura en el debate.
2.
Debate:
(32 minutos)
a.
Se hace pasar a los cuatro representantes adelante del grupo y se les da a cada uno 5 minutos para exponer sus argumentos
(20 minutos en total).
b.
Una vez expuestos los argumentos, se les da a cada uno 3 minutos para exponer contra-argumentos respecto de las otras
posturas presentadas (a todas o a algunas de ellas) (12 minutos en total).
3.
Plenario de cierre:
(15 minutos)
Una vez expuestos los argumentos y los contra-argumentos, se abre la discusión en plenario, preguntando:
•
¿Qué postura les parece que ha presentado los mejores argumentos?, ¿por qué?
•
¿Qué reflexiones les ha suscitado el debate y qué aprendizajes les ha aportado la actividad?
•
¿Han integrado argumentos o puntos de vista escuchados acá a su propio punto de vista?
Es recomendable que el conductor cierre al debate integrando
las ideas comentadas por el grupo, enfatizando el desafío que
plantea la educación de este siglo. Para ello se pueden tomar algunas de las ideas presentadas a continuación.
MOTIVACIÓN
¿Se debe enseñar a convivir en la escuela? ¿Debe la escuela ocuparse en desarrollar habilidades para convivir tales como
el respeto, la valoración de la diversidad, el trabajar en equipo, etc.? Estos son temas frente a los cuales es importante
conocer y construir argumentos, ya que cualquiera que sea nuestra postura, guiará nuestro quehacer pedagógico. Les
invitamos a través de una actividad de debate, a compartir argumentos y a fundamentar posturas.
IDEAS FUERZA PARA EL CIERRE
•
Es importante debatir sobre estos temas, ya que cada uno los mira desde su perspectiva y en la medida que se escucha
a otros, se pueden ir integrando más elementos de juicio tanto para fortalecer la propia postura como para cambiar de
idea de forma argumentada.
•
Muchas veces las posiciones no son tan polares. A veces hay problemas de acento o énfasis. Por ejemplo, un profesor
puede estar preocupado del rendimiento académico y por eso desestimar trabajar la convivencia, pero cuando puede
ver que son dos enseñanzas compatibles, puede abrirse a la posibilidad, de incluir la convivencia como objetivo. En ese
sentido, un debate, nos da la posibilidad de incluir nuevas perspectivas que pueden enriquecer nuestras posturas.
•
El proceso educativo es integral. No es posible separar los aspectos formativos de aquellos que apuntan a la construcción
cognitiva. Los aprendizajes de calidad en cualquier ámbito suponen la organización y gestión de una convivencia
determinada,
lo que contribuye a desarrollar habilidades para convivir
junto con mejores aprendizajes en todos los
demás ámbitos.
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SUGERENCIAS
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